No es necesario el mucho abundamiento verbal para explicar el porqué de la proliferación de homenajes en momentos diversos a dos poetas que se sintieron cercanos a las clases desfavorecidas, que no conocen de latitudes concretas. Así lo vino a expresar García Lorca, cuando lo convertían en defensor del gitanismo y él no se desdecía, al añadir un también de los negros de Harlem y de los desheredados de la tierra en su conjunto, más particularmente de las gentes de Andalucía. Lo de las latitudes va por el poeta oriolano Miguel Hernández, que se constituyó en defensor de los jornaleros, con el referente más cercano del Andaluces de Jaén.

El cordobés Rafael Lora, Premio Nacional de Letras de Tarantas 2010, reactualizó el tema el pasado sábado, día 18 de febrero, en la presentación del disco homenaje a estos dos poetas por parte de los cantaores Alfredo Arrebola y Julio Fajardo, organizado por el Aula Flamenca del Real Círculo de la Amistad. Tuvo el acierto de presentar Rafael Lora un retrato ideal de los dos poetas a partir de secuencias de su vida y de su obra y dio paso a una presentación del perfil biobibliográfico de ambos, con la apoyatura de imágenes y la presentación de los cantaores y los guitarristas granadinos José Fajardo y ‘Kiki’ Corpas, a los que se unió el cordobés ‘Morilito’. Se puede calificar de excelente el preámbulo de las actuaciones.

Hay que decir que los cantaores son conocidos en el mundo flamenco por su amplio espectro; en el caso de Alfredo Arrebola por esa labor investigadora, que culminó con su doctorado dirigido por Manuel Alvar, en el que enlazaba el flamenco con las clases populares y la tradición oral, por el libro sobre García Lorca y el flamenco con su correspondiente CD, así como El flamenco en los escritores granadinos, con nombres tan sonoros como Ángel Ganivet, García Lorca, Juan de Loxa o el de mi entrañable amigo y compañero tristemente desaparecido Pepe Heredia Maya, autor de Camelamos naquerar y Macama jonda…, además de las letras de otros autores.

Se fueron alternando en sus intervenciones desde el martinete inicial de Alfredo Arrebola, con un texto de Miguel Hernández, hasta la serrana que interpretó Julio Fajardo con el acompañamiento de Morilito. Fue especial la entrega de ambos, meritoria en el caso de Alfredo Arrebola, rozado de voz y con el abandono del tablao para cantar muy cercano al público.

Julio es un cantaor muy cabal, como ha demostrado en gran número de ocasiones. La granaína y media granaína de Julio con el acompañamiento de Kiki Corpas tuvo su continuación en la caña de Arrebola que remató con una letra de soleá de Córdoba, acompañado por José Fajardo. Se sucedieron así los fandangos interpretados por Julio Fajardo, acompañado por Morilito, que dieron paso a la petenera famosa de El café de Chinitas, en el que se produce el gallardo enfrentamiento de Paquiro y un “yermano”.

Quiso Alfredo Arrebola rematar con la petenera de La Corrupia de Málaga, bien acompañado por ‘Kiki’ Corpas; la interpretación del polo por Julio Fajardo acompañado por su hermano José fue la antesala del final ya mencionado, que puso a la gente en pie. Sólo cabe felicitar la iniciativa del Aula Flamenca y de su presentador, el entrañable Rafael Lora.